Hombre y magia.
La conexión del hombre primitivo con la magia es la expresión natural de la necesidad que tenemos los seres humanos de conectarnos con las fuerzas de la naturaleza.
Con el tiempo, esta relación comenzó a ser degradada y desvalorizada, entrando en la calificación de superstición.
Al darle a la razón un predominio sobre la intuición nos fuimos quedando desprovistos de la forma mágica de conocimiento; una manera de acercarse al mundo sin intermediarios, que nos hacía ser y sentirnos parte de todo
lo existente. Quedamos solos, desarraigados, sin lazos de pertenencia a algo más que a nosotros mismos.
Mi llamado a reencontrarnos con la magia no significa restaurar los antiguos ritos, sino volver a sus principios, que son parte de la esencia y origen del hombre. Para reestablecer así, nuestro contacto con el todo, recobrar la
percepción de unidad y la capacidad de asombro. Postulo la magia como constituyente de la conciencia, re-encantándola con nuestra visión y asumiendo que el único método válido para el acercamiento a lo mágico es la experiencia directa, sin intermediarios.
Visualicé esta instalación para que, atraídos por el poder de los colores,
formas, sonidos, luces y movimientos, nos enfrentemos libremente a giros de magia y seamos capaces de volver a imaginar..
Keka Ruiz-Tagle
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