miércoles, 13 de mayo de 2009

Arte y Época

Al acercarnos a la relación entre arte y época, es preciso recordar que la noción de arte que conocemos actualmente se origina durante los siglos XVII y XVII de nuestra era. Antes de eso, el arte tal como lo entendemos hoy no existía. El mejor ejemplo de ello lo podemos encontrar en el llamado arte rupestre, aquellas pinturas en las cuevas de Altamira, distaban mucho en su época de ser arte. Su función correspondía a una necesidad vital, conocer los animales de su entorno, los animales vecinos como medio de supervivencia, asimismo, y en relación con la iconografía de carácter divino de las culturas primigenias, estaba transida de una función ritual. De esta manera estas manifestaciones no fueron concebidas como arte propiamente tal.
El arte de una determinada época puede ser reconocido tanto por sus técnicas como por sus temáticas. Es vidente que durante la edad media la connotación religiosa de las propuestas visuales es predominante. El énfasis generado en este tipo de obras, cumple además de una función sagrada una fuertemente ideológica.
En cuanto a la técnica, hay algunas épocas que se inauguran con un cierto descubrimiento, como el renacimiento y su puesta en práctica de la perspectiva en la obra pictórica. Los materiales y los soportes juegan igualmente un rol importante en la identificación de un arte con una época determinada. La modernidad y la postmodernidad ampliaron exponencialmente materiales y soportes de las obras. Las Vanguardias hicieron suyo el collage, y el arte pop los objetos de consumo masivo.
En la propuestas de la Vanguardia, se manifiesta claramente uno de los deseos que más íntimamente circulan por la épocas, el deseo de ruptura con el pasado.
En este punto, es preciso pensar si tras las múltiples rupturas que el arte ha realizado contra sí mismo a través de los tiempos, se vislumbras elementos comunes en todas las épocas y que responderían a una preocupación humana esencial. Esto es, si en el arte predominan los arquetipos -siguiendo a Jung- por sobre las distinciones.
Con la aparición de los medios técnicos de reproducción -siguiendo a Walter Benjamín- el arte ingresa a una nueva era, la de la pérdida de su aura. Las múltiples reproducciones de una obra sustrae el aura del original.
Las artes visuales latinoamericanas acontecen a la par de la época de la reproductibilidad técnica, esto es, si seguimos a Benjamín, nace desacralizada. En Latinoamérica la pintura y el daguerrotipo son contemporáneos. Latinoamérica muchas veces fue primero fotografiada que pintada. En Latinoamérica la producción artística comienza en el momento en que la noción de arte en Europa se aproxima su fin, y se originan los primeros movimientos que prefiguran la postmodernidad y la idea de la muerte del arte.



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