Desde el comienzo de las civilizaciones la tarea de expresar ideas e imágenes del mundo y de la subjetividad por parte de artistas y pensadores ha contado con la resistencia de los diversos sectores que ostentan el poder. Temprano en el colegio nos enseñan la historia de Sócrates quién fue condenado a muerte bebiendo cicuta por ser considerado un mal maestro y un mal ejemplo para la juventud, cuestionando, entre otras cosas la moralidad y la existencia de los dioses.
Temáticas como la sexualidad, también han encontrado resistencia al ser expresadas. Al respecto es significativo el periodo de la Viena de 1900 que mediante la censura de los temas sexuales sirve de contexto a la aparición de la teoría Psicoanalítica de Sigmund Freud.
En épocas recientes y en nuestro continente, la censura ha sido constante desde la toma del poder por parte de las dictaduras militares. La represión de autores y obras se ha llevado a efecto de manera violenta.
Diversas manifestaciones artísticas se han levantado en contra de la censura imperante. En Chile durante la década de los
Para concluir, es necesario recordar las censuras que la propia institución artística muchas veces impone al arte. Desde la institución hay géneros que son considerados menores y se les relega de los circuitos de participación artística. En la actualidad el caso de la performance representa bien esta realidad. Este constante juego de cierre y apertura, evidencia la tensión dentro del propio arte de la continuidad y la ruptura, la adopción de los modos clásicos o su abolición para abrirse a la experimentación. El arte contemporáneo escapando de sus propias trampas, en una búsqueda incesante de nuevas formas de expresión.
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